El gobierno de Estados Unidos confirmó este miércoles 8 de diciembre la realización de negociaciones secretas entre el gobierno del presidente Nayib Bukele y las pandillas, a cuyos cabecillas entregó dinero y concedió privilegios en las prisiones.
El pacto entre el gobierno y estas bandas criminales fue puesto en evidencia durante una investigación hecha por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, explican las autoridades estadounidenses en un comunicado.

El documento precisa que “Osiris Luna Meza, jefe del Sistema Penal Salvadoreño y viceministro de Justicia y Seguridad Pública, y Carlos Amilcar Marroquin Chica, presidente de la Unidad de Reconstrucción del Tejido Social, dirigieron, facilitaron y organizaron una serie de reuniones secretas en las que participaron líderes de pandillas encarcelados, en las que se permitió a conocidos pandilleros ingresar a las instalaciones penitenciarias”.

El Departamento del Tesoro añade en su informe que “estas reuniones formaron parte de los esfuerzos del gobierno de El Salvador por negociar una tregua secreta con los líderes de las pandillas”.
Precisa además que en 2020 el gobierno de Bukele proporcionó incentivos financieros a las pandillas MS-13 y Barrio 18 para garantizar una reducción de los homicidios y delitos.
Como parte de las negociaciones, las pandillas también acordaron proporcionar apoyo político al partido político Nuevas Ideas en las elecciones.

De acuerdo con el gobierno de Estados Unidos, además de dinero, los cabecillas de las pandillas encarcelados también recibieron privilegios como “el suministro de teléfonos móviles y prostitutas”.
El gobierno de Estados Unidos descubrió otros graves delitos, de los que responsabilizó a Luna y Marroquín:
“En medio de la pandemia -revela el informe-, Luna también negoció un acuerdo con los líderes de pandillas de MS-13 y Barrio 18 para el apoyo de las pandillas a la cuarentena nacional del presidente Bukele en áreas controladas por pandillas.
“Por separado, Luna participó en un plan para robar y revender productos básicos comprados por el gobierno que originalmente estaban destinados al alivio de la pandemia.
“Estos artículos se transfirieron a empresas privadas y luego se revendieron en el mercado privado o se devolvieron al gobierno. La madre de Luna, Alma Yanira Meza Olivares, actuó como negociadora en algunas de estas transacciones”.
Agrega que Luna y Meza desarrollaron un plan para malversar millones de dólares del sistema de economatos penitenciarios y crearon puestos de trabajo fraudulentos dentro del sistema penitenciario, en los que supuestos ‘empleados’ recibirían cheques de pago mensuales y devolverían la mayoría de los ingresos a Luna y Meza.
El Departamento del Tesoro anunció que los bienes en Estados Unidos de las personas involucradas en estas actividades criminales están bloqueados y prohibió a los estadounidenses hacer transacciones financieras con ellas, reseñan medios internacionales de noticias.